Por Ivan Ortiz, Pasante en PIT Policy Lab
Editado por Alejandra Glía Sánchez, Líder de Proyectos y Mariana Lazos, Líder de Proyectos y Operaciones en PIT Policy Lab.
Finalizar una experiencia laboral siempre viene acompañado de cierta melancolía, pero al mismo tiempo puede representar el final de una etapa enriquecedora debido a las personas con las que se llegó a trabajar y al conocimiento adquirido. A través del Foro de trabajo colectivo: Perspectivas políticas desde un diseño feminista, el cual fue el proyecto principal en el que estuve involucrado, pude desarrollar habilidades en la gestión de eventos. Durante el desarrollo del foro, brindé apoyo logístico y de coordinación, buscando que cada detalle fluyera sin inconvenientes. En cuanto a mi participación en el proceso de redes sociales de PIT Policy Lab, me dediqué a la creación de mensajes, lo cual fue una oportunidad para mejorar mis habilidades de comunicación escrita y aprender sobre estrategias efectivas de comunicación digital.
La etapa que tuve en PIT Policy Lab me proporcionó perspectivas valiosas sobre el pragmatismo social, el impacto de acciones concretas y la intersección entre la acción pública y la tecnología. La tecnología ha demostrado un crecimiento constante enfocado en la eficiencia y productividad. Sin embargo, el aspecto social de ella, en términos de estudios, legislación y cohesión social, aún necesita más atención. En este sentido, considero que la Tecnología de Interés Público debe centrarse en mejorar la acción pública, no sólo en términos de transparencia entre la sociedad civil, el gobierno y la población, sino también en atender las dinámicas sociales que puedan ser perjudiciales para el bienestar general y grupos vulnerables.
Esta pasantía durante mi penúltimo semestre de la carrera, me ayudó a comprender que las tecnologías no solo deben limitarse a ser herramientas técnicas. Su verdadero valor radica en el impacto social y en cómo pueden influir en fenómenos públicos que, con el tiempo, pueden convertirse en desafíos para las interacciones sociales. Logré tener una visión más amplia sobre cómo integrar la tecnología en el ámbito público, que obtuve gracias a las experiencias compartidas y las iniciativas en marcha en América Latina en relación con la tecnología pública.
Para concluir, es evidente que la tecnología digital se está consolidando en las áreas sociales. Para aprovechar al máximo sus beneficios es esencial una colaboración efectiva entre el sector privado, público y civil. Además, la expansión de la tecnología en cualquier ámbito requiere la pericia no solo de personas expertas en humanidades, sino también de profesionales de ciencias exactas, naturales y sociales.
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