Por Carlos Vargas Alvarez del Castillo, Consultor en Gobierno Digital y GovTech @PIT Policy Lab
Las Tecnologías de Interés Público son todas aquellas que influyen e impactan de manera directa e indirecta en la sociedad y en su quehacer diario. Estas tecnologías pueden tener como origen el sector público, el privado o emanar desde la sociedad misma. Para esto, existen varios conceptos que pueden relacionarse a las Tecnologías de Interés público, tales como: Gobierno Digital, GovTech, CivicTech o FinTech, entre otros.
La razón por la cual me considero un tecnólogo de interés público es porque desde la academia, así como desde mi vocación profesional, mi pasión ha sido el investigar e incentivar los pasos que nos dirijan hacia una sociedad digital. Esto involucra la cooperación multisectorial de actores, por lo que las actividades que he realizado van desde investigación y consultorías, hasta la implementación y el lanzamiento de proyectos piloto. Un punto a considerar para las Tecnologías de Interés Público es la importancia del conocimiento global en esta materia, ya que existen regiones del mundo en las cuales se pueden encontrar soluciones ya en una fase de despliegue, mientras que en otras solo se explora la idea. Por lo tanto, en esta área del conocimiento es importante la actualización continua y con un enfoque global, que incluya a las tendencias y aplicaciones de los avances tecnológicos de interés público.
Algunos proyectos en los cuales he tenido la oportunidad de participar son la Iniciativa de Ley de Identidad de Digital para México, o el White Paper para la Autoridad Certificadora de El Salvador. Ambos proyectos requirieron de una visión política de la tecnología, la cual pudiera reflejarse en servicios para el beneficio de los ciudadanos por medio de una propuesta tecnológica. Otro ejemplo lo podemos ver reflejado en la implementación de una capa de interoperabilidad digital para el gobierno de Quintana Roo, México. Este proyecto, que se trabajó únicamente con el equipo técnico de Seguridad Pública, se vio fortalecido por la perspectiva social de la tecnología usada y de nuevos servicios que podrían detonar una correcta y segura comunicación digital entre las bases de datos en el Estado.
En mi opinión, una forma en la cual los diversos gobiernos podrían avanzar en las Tecnologías de Interés Público es invirtiendo en investigación y desarrollo. Un primer paso a tomar puede ser el buscar convertir a un país o un estado en creador de conocimiento y tecnología, en lugar de ser sólo un consumidor. Esto no significa olvidar las enseñanzas globales, al contrario, el buscar alianzas para aprender de mejores prácticas es siempre una buena forma de no cometer los mismos errores. Otra estrategia paralela es el desarrollo de centros o laboratorios GovTech o Civic Tech, que puedan experimentar con las tecnologías emergentes de forma multidisciplinaria para crear también políticas, regulaciones y normativas contextualizadas, acordes a los avances tecnológicos.
Finalmente, las Tecnologías de Interés Público deben ser entendidas como un proyecto exploratorio, al cual el mundo se está adaptando cada vez más rápido. Es importante entender que los errores en su implementación y desarrollo son inevitables, pero el conocimiento que emerge de ellos es una herramienta útil que debe aprovecharse. Con esto podemos crear políticas públicas adecuadas a un futuro digital inminente.
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